
El incremento de la esperanza de vida, supone un nuevo desafío. Debemos buscar nuevas soluciones jurídicas para las personas mayores. Vivir muchos años, no garantiza hacerlo en plenas facultades físicas y mentales. Las demencias asociadas a la edad, muchas de ellas de carácter degenerativo, impiden a la persona gobernarse por sí misma de forma plena y consciente. Por ello, es necesario recurrir a medidas de protección tanto de la persona como de su patrimonio.
Las personas mayores se encuentran inmersas en multitud de situaciones en las que deben tomar decisiones con trascendencia legal y/o económica, y no tienen cerca de ellas personas expertas que las puedan asesorar y velar por sus intereses. En otras ocasiones, son los familiares quienes deben decidir por sus mayores, y en más ocasiones de las que imaginamos, esto es fuente de fuertes disputas: ya sea por enfrentamientos entre los propios miembros de la familia que no se ponen de acuerdo; ya sea porque nuestro mayor, que se ha vuelto muy desconfiado, nos pone las cosas muy difíciles.
Nuestro Despacho, está comprometido socialmente con la tercera edad, porque proteger a nuestros mayores es de sentido común, porque los derechos no envejecen y se merecen recorrer la última etapa de sus vidas lo más dignamente posible, independientemente de las condiciones económicas de cada caso particular.
Estamos a disposición de las distintas organizaciones: asociaciones de la tercera edad, de vecinos, de enfermedades degenerativas, para dar charlas de manera desinteresada, sobre aspectos de protección legal, económica y emocional de las personas mayores.