
Decir que somos un equipo implicado por aquellas causas o casos que puedan importarle a este colectivo, es tan sencillo como dejarlo escrito.
En Sentido Común no nos vale sólo con eso. Queremos demostrároslo con nuestro trabajo, y queremos hacerlo porque, si bien es cierto que las leyes han evolucionado en la última etapa para reconocer algunos derechos de este colectivo, una gran parte de la sociedad aún no lo ha hecho, y en ese sentido queremos que se dirija nuestro trabajo.
Sentido Común comienza su trabajo en 2015, cuando no solo se celebran los diez años de la Ley que permitió el matrimonio de personas del mismo sexo. En 2015, también se cumplen diez años de la ratificación de la Audiencia Provincial de Valladolid de la Sentencia que otorgaba derecho al primer transexual de España a poder disfrutar del reconocimiento de cambio de sexo sin haberse sometido a una operación para el cambio del mismo.Jur_AP de Valladolid (Seccion 3a) Sentencia num. 184-2005 de 23 mayo_AC_2005_1549
Esa Sentencia, que dejamos a vuestra disposición, contraria a lo que hasta ese momento había establecido el Tribunal Supremo, fue defendida por uno de los abogados de este despacho: Rodrigo González, que sin existencia de antecedentes favorables, con reputados especialistas médicos que opinaban de manera desfavorable a que se reconociera este derecho si la reasignación sexual no se había completado, y con el Ministerio Fiscal en contra, consiguió lo que parecía imposible. Ésta es la punta del iceberg con la que nos disponemos a luchar, entre otras cosas, porque entendemos que son innumerables los problemas de este colectivo LGTB y queremos acabar con ellos.
Para llevar a cabo este fin, no solo hemos pensado en aquellos problemas y soluciones de ámbito jurídico, sino también en el ámbito social. En este sentido, nuestro equipo, compuesto por abogados, psicólogos y mediadores, imparten charlas en diferentes espacios, tratando de trasladar a la sociedad los problemas de aquellos que, por su condición, tienen que afrontar la vida con más valentía. La incomprensión a la que aún se enfrentan sobre todo los adolescentes homosexuales y transexuales es grande. Porque dar el salto al siglo XXI no sólo es cuestión de tiempo, sino de evolución.